CONFERENCIA Y HOMENAJE:
LAS DOS ACTIVIDADES DEL MES DE MARZO.
La Asociación Memoria Histórica de Cartagena ha llevado a cabo dos actividades durante este mes de marzo, ambas en la misma semana: Se trata de la conferencia de Joanne Lucena y del homenaje a los presos políticos de la cárcel de San Antón.
La disertación de esta hispanista estadounidense mantuvo el interés de los asistentes, que en el turno de preguntas intervinieron activamente.
Joanne Lucena, jefa del departamento de lenguas modernas en la Universidad de Arcadia (U.S.A. ha centrado su investigación en la guerra civil española, el cine español y el estudio psicológico de los personajes de las novelas españolas contemporáneas. Como profesora de español, imparte la asignatura de la Guerra Civil Española, y acerca de este trabajo discurrió su intervención, mostrando la manera en que este tema actúa como centro de interés para el alumnado que acude a sus cursos con la motivación del aprendizaje del español. A partir de las canciones del cantautor Pete Seeger y del trabajo fotográfico de Robert Capa, se estudia las motivaciones que indujeron a los jóvenes integrantes de la brigada Lincoln a luchar contra el fascismo en un país extranjero y se profundiza en esta etapa de la historia tan desconocida para la actual juventud norteamericana.
Igual de desconocida es para la juventud española, desgraciadamente, y nos lamentamos de que no exista en nuestro país un mayor interés de nuestros universitarios y universitarias por conocer de esta manera nuestro pasado cercano.
El segundo acto de la semana, que tuvo lugar el sábado, día 16, fue el acto de homenaje a aquellos opositores al franquismo que pagaron con penas de cárcel en la prisión de San Antón su valiente actitud de lucha por la consecución de las libertades en los duros tiempos de la dictadura.
Tras la apertura del acto por Enrique Jesús Nicolás Paredes, Presidente de la Asociación Memoria Histórica de Cartagena, intervino el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Murcia Pedro Mª Egea Bruno, investigador e historiador, autor de numerosas publicaciones sobre la II República Española, la guerra civil y la represión de la dictadura franquista, que tras una introducción sobre la creación de la Cárcel de San Antón, se extendió sobre el trato que en las prisiones, penales, campos de concentración... se dio a los miembros de los distintos colectivos que fueron reprimidos por el régimen, para concretar en el caso específico de la prisión de San Antón.
Por esta cárcel pasaron, hasta 1975, miembros de partidos políticos, sindicalistas, homosexuales, sacerdotes, huelguistas, manifestantes, miembros de movimientos apostólicos, sospechosos de desafección... y después de la muerte del dictador continuó albergando a distintos opositores a las todavía leyes franquistas, como fue el caso de los insumisos.
Los distintos colectivos fueron recordados en esta exposición.
A continuación se emitió un documental sobre la lucha obrera en Cartagena durante las décadas de los setenta y ochenta, que recogía momentos memorables de la lucha obrera en esta ciudad, destacando las figuras relevantes de muchas luchadoras y luchadores, parte de los cuales ha ido desapareciendo, y otra parte, que todavía continúa con vida.
Tras el visionado de esta película, Josefina Pérez, como miembro de la Asociación Memoria Histórica de Cartagena, dio lectura de los nombres de las personas homenajeadas en este acto, con una introducción a su intervención en que hizo referencia a que eran muchas, muchísimas, las personas que sufrieron la represión en esta ciudad. enorme la cantidad de militantes que pasaron por la comisaría de esta ciudad, que permanecieron detenidas en ellas durante días, sufriendo los malos tratos de la policía, y que también debían ser objeto de nuestro homenaje.
Pero del mismo modo que, en el acto del año anterior, nos habíamos centrado en los represaliados de la primera época del franquismo, en este acto nos habíamos centrado, en concreto, sólo en aquéllos que habían sufrido sus penas de prisión en la cárcel de San Antón.
La entrega de una metopa conmemorativa del homenaje fue precedida en cada caso de un breve comentario sobre la historia de la persona homenajeada.
En el caso de las figuras ausentes, o de quienes no se habían podido desplazar, debido a problemas de salud, acudieron miembros de su familia a recibir el reconocimiento.
Josefina Pérez, en nombre de la Asociación, manifestó el pesar de haber llegado demasiado tarde para reconocer la tarea de lucha por la libertad de quienes ya nos han dejado. Del mismo modo que ocurrió con las personas represaliadas en la primera etapa de la dictadura, que ya habían desaparecido cuando por fin nuestra sociedad obtuvo la libertad de poder reconocer su labor, son muchas las que, habiendo discurrido su lucha entre las décadas de los sesenta a los ochenta, también han fallecido antes de que hayan podido ser reconocidos sus méritos públicamente, pero al mismo tiempo se manifestó la manera en que podemos congratularnos por haber ofrecido este homenaje a quienes todavía quedan, muchos de ellos aún presentes en la lucha, y que nos sirven de ejemplo, hoy día, para combatir el ataque a las libertades que actualmente está sufriendo nuestra sociedad.
La entrega de una metopa conmemorativa del homenaje fue precedida en cada caso de un breve comentario sobre la historia de la persona homenajeada.
En el caso de las figuras ausentes, o de quienes no se habían podido desplazar, debido a problemas de salud, acudieron miembros de su familia a recibir el reconocimiento.
Algunos quisieron dirigirse al público allí presente, para manifestar su agradecimiento o rememorar con emoción algunos fragmentos del pasado, de nuestra memoria común. Lo mismo ocurrió en el caso de algunos familiares que acudieron a recoger la metopa en representación de quienes ya no estaban con nosotros, que también quisieron dirigirse a los presentes para evocar la memoria de sus seres queridos.
Josefina Pérez, en nombre de la Asociación, manifestó el pesar de haber llegado demasiado tarde para reconocer la tarea de lucha por la libertad de quienes ya nos han dejado. Del mismo modo que ocurrió con las personas represaliadas en la primera etapa de la dictadura, que ya habían desaparecido cuando por fin nuestra sociedad obtuvo la libertad de poder reconocer su labor, son muchas las que, habiendo discurrido su lucha entre las décadas de los sesenta a los ochenta, también han fallecido antes de que hayan podido ser reconocidos sus méritos públicamente, pero al mismo tiempo se manifestó la manera en que podemos congratularnos por haber ofrecido este homenaje a quienes todavía quedan, muchos de ellos aún presentes en la lucha, y que nos sirven de ejemplo, hoy día, para combatir el ataque a las libertades que actualmente está sufriendo nuestra sociedad.
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