domingo, 30 de marzo de 2014

LA MEMORIA HISTÓRICA COMO REFERENTE PARA EL REARME DEMOCRÁTICO DE LA SOCIEDAD

El lunes, 31 de marzo, a las 19,00 horas, tendrá lugar en el salón de grados de la Facultad de Derecho, de la Universidad de Murcia la conferencia de Floren Dimas Balsalobre en la que, con el título de "La Memoria Histórica como referente para el rearme democrático de la sociedad" hablará sobre las políticas de la Memoria (o mejor dicho, de la contramemoria) puestas en marcha por los gobiernos habidos desde la muerte de Franco. Del nacimiento del movimiento memorialista, de las manipulaciones internas y externas para controlarlo y desvirtuarlo, de las leyes de impunidad, y de lo que significaría para el rearme democrático de nuestra sociedad, el conocimiento y la asunción como propia, de los valores representados por la II República y los de quienes la defendieron, algo imposible dentro de actual marco socio-político. Algo que solo será posible desde el renacimiento de un nuevo régimen republicano en España.
Se trata de la cuarta de las cinco que componen el ciclo de conferencias dentro de las Jornadas sobre Memoria Histórica,  la primera ocasión en que se lleva a cabo en la ciudad de Murcia la experiencia de unas jornadas memorialistas.

La quinta y última conferencia de estas jornadas tendrá lugar el miércoles, 2 de abril y correrá a cargo de representantes de la Asociación memoria Histórica de Cartagena.
Con el título "Contra el frío del olvido" se hablará sobre la diferente manera de tratar distintos aspectos del pasado reciente.


El trato dado a la historia de la Guerra de Secesión en USA, la II Guerra Mundial y el régimen nazi en Alemania y el régimen franquista en España, nos demuestran el escaso desarrollo del músculo democrático en nuestro país.
El diferente trato dado a la memoria de los caídos de uno y otro bando y el olvido a que sistemáticamente se ha sometido en nuestro país a los represaliados por la defensa del gobierno democrático contra el que se dirigió el golpe de estado del 36, serán analizados y discutidos en esta charla-coloquio. 

sábado, 29 de marzo de 2014

EL DEBER PÚBLICO DE LA MEMORIA



El 28 de marzo, organizada por la Asociación Memoria Histórica de Cartagena tuvo lugar, en el salón de actos de la UNED, la conferencia acerca de "EL DEBER PÚBLICO DE LA MEMORIA", impartida por el presidente del Foro por la Memoria de la Axarquía, José Luis Cabello Lara y por el director general de Memoria Democrática de Andalucía, Luis Gabriel Naranjo Cordobés.


Excelente conferencia en la que José Luis Cabello expuso emotivamente los sucesos de la "Carretera de la muerte" en febrero de 1937 y Luis Gabriel Naranjo incidió en la necesidad la puesta en marcha real de la Ley de Memoria Histórica, con el cumplimiento de sus términos y la reivindicación de la dignificación de las víctimas de la guerra civil, y la lucha por la Verdad, la Justicia y la Reparación.


Al término de este acto, el presidente de la Asociación Memoria Histórica de Cartagena invitó a los presentes a que asistieran a la II Fiesta de la Libertad, que se celebrará el sábado, día 12 de abril, y que comenzará por un homenaje a los caídos por la Libertad, a las 11 de la mañana, en el cementerio Municipal Nª Sª de los Remedios, para continuar con una caravana de coches que se dirigirá hasta la Asociación de Vecinos de la Urbanización Mediterráneo donde, a partir de las 13, 10 horas, comenzará a desenvolverse la fiesta, con comida, actuaciones musicales e intervenciones de las organizaciones convocantes.   

lunes, 24 de marzo de 2014

La última huída

La historia no ha hecho todavía justicia con los exiliados, aunque hay que destacar la tarea de muchas personas por recuperar su memoria.
Como muestra, este interesante reportaje que nos ofrece La Vanguardia.com sobre la huída de los 3.000 republicanos que embarcaron en el Stanbrook.

HISTORIA

La última huida

21/03/2014 - 12:40h



Helia González, de 79 años, sostiene la foto del Stanbrook, el barco donde huyó con su familia en marzo de 1939, mientras la República se derrumbaba. Daniel García-Sala

Salvador Enguix
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Valencia

Recuerdo una cubierta abarrotada, con el cielo oscuro sobre nuestras cabezas. Llovió esa noche, no demasiado, pero hacía frío. Papá me dijo que cuidara de mi hermanita”. Helia González tiene 79 años y una memoria formidable. Ella es uno de los pocos testimonios vivos de un episodio épico ocurrido en el último aliento de la Guerra Civil española. Una aventura única, temeraria, que condicionó para siempre la vida de aquellas personas que la protagonizaron. Que lograron huir, a la desesperada, en el buque carbonero 'Stanbrook', atracado en Alicante, de la amenaza de las tropas franquistas que sitiaban la ciudad, por tierra, mar y aire. Una historia en la que hubo héroes, como el capitán del barco, Archibald Dickson, que arriesgó la nave y su vida para salvar a casi 3.000 republicanos derrotados y amenazados. Y también con perdedores, porque llegados a Orán, Argelia, esas personas iniciarían un largo, duro y poco estudiado exilio que ahora, con diversas iniciativas, vuelve a recordarse.
Tiene razón Helia González, que era la pasajera 2.227: hacía frío. Era el 28 de marzo de 1939. Lo describe muy bien Rafa Torres en su obra 'Los náufragos del Stanbrook'. Alicante era un caos alimentado por el miedo. El “ejército nacional” ansiaba resolver con rapidez la conquista de uno de los últimos bastiones de territorio republicano y uno de los últimos puntos de huida. Artillería y aviación se empleaban a fondo. Se disparaba sin piedad, en tierra y en el mar. Buques franquistas (también italianos y alemanes), además, jugaban a cazar a cuanto barco grande o pequeño intentaba huir de Alicante.
“Llegamos al puerto en tren desde Elx; una vez allí, una cola larguísima nos separaba de un barco que me pareció enorme con un nombre extraño y mucha gente. Nosotros, como todos los demás, temíamos no poder alcanzar la pasarela que nos permitiría llegar a él”, recuerda Helia González. Su padre había fundado en Elx el partido de Jóvenes de Izquierda Republicana y era un líder sindicalista; su vida corría grave peligro. “Al fin llegamos al barco. Unos brazos vigorosos me levantaron. Vi una cara sonriente, una gorra de marino y me dio un beso en la mejilla. No dijo una sola palabra, pero ese abrazo, esa mirada, prometían algo bueno… era él, era Dickson y ya no había peligro”. Helia tenía cuatro años y tres meses.
Rafa Torres relata que en el puerto de Alicante “quedó cuanto habían sido, sus oficios, la esperanza, el conjunto de sus afectos, el hogar, y todo ya inservible y revuelto en los muelles donde los que no habían conseguido huir de la venganza franquista, el grueso de los atrapados en aquella ratonera, lo perdieron todo igualmente. Los del 'Stanbrook' viajaron hacinados a bordo de un viejo carbonero inglés, pero ya, y para siempre, en la condición de náufragos”.
A partir de ahí, no existe mejor relato de lo ocurrido en aquellos primeros momentos que el del capitán Dickson. En una carta al director del 'Sunday Dispatch' divulgada el 4 de abril de 1939 señala que entre los refugiados había un gran número de mujeres, chicas jóvenes y niños de todas las edades que incluso llevaban en brazos. “Debido al gran número de refugiados me encontraba en un dilema sobre mi propia postura, ya que mis instrucciones eran que no debía tomar refugiados a menos de que estuviesen realmente necesitados. No obstante, después de ver la condición en que se hallaban, decidí desde un punto de vista humanitario aceptarlos a bordo, ya que anticipaba que pronto desembarcarían en Orán”, escribió.
El testimonio es estremecedor: “Entre los refugiados había todo tipo de clases de gente, algunos aparentaban ser extremadamente pobres y parecían consumidos por el hambre y mal vestidos, con una variedad de atuendos que iban desde monos hasta viejas y desgastadas piezas de uniformes e incluso mantas y otros peculiares trozos de tela”. Su relato parece propio de un corresponsal de guerra: “Había también algunas personas, mujeres y hombres, con una buena apariencia y que asumí eran mujeres y parientes de funcionarios. Algunos de los refugiados parecían llevar consigo todas sus posesiones terrenales cargadas en maletas; bolsas de todas las descripciones, algunas atadas en grandes pañuelos y unos pocos con maletas”.
Al inicio, como describía el capitán, la gente comenzó a subir de manera ordenada. Llegaban no sólo desde diferentes puntos de la provincia de Alicante, sino desde Valencia o Madrid; algunos, superando o burlando ya las zonas consolidadas por el ejército rebelde. Pero, poco a poco, aquel 28 de marzo el pánico comenzó a cundir entre los refugiados, que corrieron a subir desesperados. “Viendo esta súbita avalancha de gente estuve casi inclinado a dejar caer la pasarela y alejar mi nave del muelle, pero dándome cuenta de que si hacía esto por lo menos 100 personas o más caerían al agua decidí, desde un punto de vista humanitario, dejarlos subir a todos a bordo”. Dickson ofrece en su relato una clara fotografía de lo que ocurría en el buque, pues señala que el número de refugiados embarcados hacía casi imposible que nadie pudiese moverse en la cubierta, ya que las escotillas de las bodegas se habían abierto para introducir el cargamento y los refugiados sólo podían estar a su alrededor en cubierta. “Era casi imposible dar una descripción adecuada de la escena que mi buque presentaba, y la semejanza más cercana que puedo dar es decir que parecía unos de esos vapores vacacionales del río Támesis en un día festivo, sólo que muchas veces peor”. Cinco minutos después de zarpar el 'Stanbrook', una bomba lanzada por un avión estallaba justo en el lugar donde había estado atracado este buque. 
Aquellas primeras horas fueron una pesadilla. El 'Stanbrook' se sirvió de la oscuridad de la noche para maniobrar con inteligencia y evitar los buques franquistas. “Llovió esa noche –recuerda Helia–. Mamá compartió con una familia malagueña, un matrimonio y un niño de mi edad una tortilla de un huevo y dos patatas con un poco de grasa”. Dickson, que hasta abrió su camarote a los más necesitados, escribía: “Pude suministrar a los refugiados más débiles un poco de café y un poco de comida. La gran mayoría tenía pan suficiente para que les alcanzase hasta Orán; la noche era clara pero fría, y pienso que el sufrimiento de estas personas de pie en la cubierta toda la noche debió de ser muy malo”.
Lo asombroso de esa carta de Dickson es que en ningún momento pareció inquietarle su destino o el de su tripulación si eran apresados por un barco franquista. Le costaba horrores, además, al capitán mantener la quilla equilibrada debido al gran número de personas a bordo y al peso. Los hombres se acodaban en la barandilla del barco mirando hacia todos los lados. Algunos dijeron que si les asaltaba un buque estaban dispuestos a pelear (algunos aún llevaban armas). Tuvieron suerte y no fue necesario. Y a pesar de las dificultades, el 'Stanbrook' alcanzó Orán, 20 horas después.
Argelia no les dejó bajar en un primer momento. Tuvo que ir a tierra el capitán y negociar un primer acuerdo para que, al menos, las mujeres y los niños pudieran desembarcar. Tras seis días, los hombres seguían a bordo del 'Stanbrook'. Eran unos 1.500 y según Dickson su apariencia era “patética, especialmente porque no han tenido oportunidad de lavarse ni de afeitarse. Algunos de ellos se han despojado de sus ropas”. Finalmente, bajaron todos.
A partir de ahí se iniciaba otra historia, otra vida. Un exilio que, como apunta Victoria Fernández, autora del libro 'El exilio de los marinos republicanos', está poco estudiado. “Hasta hace unos años era desconocido”, añade. Vale la pena ver el documental 'Desde el silencio, exilio republicano en el Norte de África', de Sonia Subirats y Aida Albert, para entenderlo. Porque lejos de la imagen casi idílica que ofrecía el exilio a México o del muy documentado exilio a Francia, se descubre, a través de testimonios, fotografías y archivos sacados ahora a la luz, que el del Norte de África fue un exilio de una extrema dureza.
Victoria Fernández recuerda que desde el 5 de marzo de 1939 miles de republicanos salieron desde España hacia África de una manera improvisada “y precaria”. Las cifras oscilan entre las 10.000 y las 12.000 personas. “Desde Almería, Alicante o Cartagena fueron llegando a las costas de Argelia en guardacostas, barcos, veleros o pequeñas embarcaciones de toda clase”, apunta.
Tras las dificultades para que les dieran permiso para desembarcar, los refugiados del 'Stanbrook', como los de otros barcos, fueron acogidos con mucho recelo en Argelia, también en Túnez. “Nos trasladaron a un lugar para ducharnos y desinfectarnos; no fue un buen recuerdo, era un lugar oscuro, húmedo y frío, y unos hombres negros nos vigilaban incluso a las jóvenes desnudas”. Helia sigue relatando aquellos momentos con la mirada de una niña. Victoria Fernández señala que tras la acogida en el Norte de África, los exiliados iban destinados a campos de concentración, como en Francia. Fue, además, una experiencia de larga duración, porque incluso tras el desembarco de los aliados en la Segunda Guerra Mundial “los españoles no fueron liberados de los campos de trabajo, donde eran tratados como mano de obra gratuita para construir el Transahariano hasta casi el final de la contienda; a nadie le interesaba, ni a los franceses y a los aliados, dejar libres a aquellos indeseables españoles”.
El documental de Subirats y Albert ha reunido numerosas imágenes de aquel cautiverio al aire libre, a temperaturas insoportables, en condiciones de vida infrahumanas y bajo la presión de unos guardianes feroces con los españoles. Muchos vivieron años en tiendas de campaña de tela, comiendo lo que podían, trabajando sin descanso. Hubo algunos que intentaron fugarse y lo pagaron con su vida. Un infierno.
Roberto Gil es hijo de uno de los tantos matrimonios que se exiliaron al Norte de África y confirma que su recuerdo más intenso de ese tiempo “era la esperanza que mantenían mis padres de regresar a una España libre y republicana”. Corrobora que los primeros años para sus padres fueron terribles: “Mi padre describía los campos de concentración, las evasiones y las detenciones; y también los tres años que vivieron mi madre y mi abuela y mis tíos en la prisión civil de Orán, donde fueron humillados”. Con los años, estos exiliados lograron encontrar un sentido a su existencia. Salieron de los campos, se integraron, encontraron oficios, se organizaron, funcionó la solidaridad del exilio, el activismo político fue intenso y, lo más importante, su vida comenzó a ser digna, porque, y principalmente, vivieron en una libertad que no podían encontrar en España. Una España a la que, además, no podían volver.
La familia de Helia González se ganaba la vida “fabricando jabón y vendiéndolo a escondidas, fabricando clavos, trabajando en las cocinas de los americanos hasta que finalmente instalamos una tienda de alpargatas, conocíamos el oficio porque muchos refugiados llegaban de Elx o Crevillent”. Victoria Fernández narra: “Se tuvieron que adaptar a trabajar donde pudieron, y cuando Túnez (1956) y Argelia (1962) se independizaron, la mayoría marcharon a Francia”. Y añade que, una vez fuera de los campos de concentración, “se diluyeron en la masa de españoles que ya vivían allí a raíz de otras migraciones”. Roberto Gil recuerda que su padre lo mandó a España en 1969 “para hacer de emisario”. “El retorno final de mi padre se produciría en 1977, tras un exilio de 38 años”, añade.
Recordar la aventura del 'Stanbrook' es también un buen ejercicio para comprender que la historia no ha hecho justicia con aquellos exiliados. Rafa Torres comenta que el mero hecho del exilio, de la expulsión masiva, “constituye una injusticia radical, para las víctimas directas, despojadas de su lugar en el mundo, y para la propia nación a la que se le amputan esos miembros”. Pero este escritor e investigador destaca la peculiaridad del exilio en el Norte de África: “Si los republicanos fugitivos tras la caída de Catalunya fueron maltratados en los campos de concentración de Francia, qué decir de los que arribaron a sus colonias del Norte de África”.
Helia González, protagonista de aquel viaje del 'Stanbrook', no guarda rencor. Pero reconoce la labor de muchas personas por recuperar la memoria de los exiliados y también agradece, pasadas ya muchas décadas, que a pesar de todo Argelia la acogiera, a ella y a su familia, y a todos los españoles que escaparon; que les dejara vivir alejados de un país que ya estaba sometido a la dictadura y que pudieran, al fin, tener una oportunidad. Y dice que muchas veces piensa en aquel capitán de porte alto llamado Archibald Dickson, que la levantó en brazos y la puso sobre cubierta cuando la metralla enemiga pisaba sus talones: “Fue capaz de salvarnos contra todo viento político y marea de la infamia de nuestro país”, concluye.

jueves, 20 de marzo de 2014

LA DESBANDÁ DE LA CARRETERA DE MÁLAGA – ALMERÍA


7 de febrero de 1937: La Ciudad de Málaga estaba siendo ocupada por el ejército nacionalista del General Queipo de Llano. La población civil huye, temerosa de las legiones de italianos y alemanes y de los moros del tercio extranjero. Ciento treinta mil ancianos, mujeres y niños, dirigiéndose hacia Almería, todavía en manos republicanas, en busca de refugio, un refugio que se encuentra a más de doscientos kilómetros de distancia.

Manola Morales

Cerca de la carretera por la que huyen, se encuentra la vivienda de la familia de la niña Manola Morales, una pequeña casita en un barrio de pescadores, desde la que se oía el tremendo sonido de las explosiones que los cañones de los barcos dirigen contra los fugitivos. Los navíos estaban muy cerca de la orilla. Había gente que señalaba con pintura muy visible la zona a la que tenían que apuntar desde los buques. “Una auténtica carnicería – recuerda Manola – una auténtica carnicería…”


Francisco Bastarreche comanda a los buques Canarias, Baleares y Almirante Cervera en el ataque a la población civil en el crimen de la carretera de Málaga a Almería, secundado por tropas nazis y fascistas italianas.
15.000 ancianos, mujeres y niños cayeron bajo los cañones de Bastarreche.

Marzo de 2014: El busto del asesino Bastarreche continúa mostrándose en una plaza que ostenta su nombre en la “muy noble, muy leal y siempre heroica Ciudad de Cartagena”

Sobre los actos organizados en 2013 en recuerdo de esta masacre trata el Documental "Pantalones a la luna", que será emitido a continuación de la conferencia de José Luis Cabello Lara y Luis Gabriel Naranjo Cordobés acerca del deber público de la Memoria, y que la Asociación Memoria Histórica de Cartagena nos ofrecerá el 28 de marzo, a las 7 de la tarde, en el Salón de actos de la UNED.



martes, 18 de marzo de 2014

CUARTA CHARLA DE LAS JORNADAS SOBRE MEMORIA HISTÓRICA




Tras la charla del lunes, 17 de marzo, tercera del ciclo de las Jornadas sobre Memoria Histórica que están discurriendo en la ciudad de Murcia, en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la UMU, y en la que Pedro Mª Egea Bruno, de manera magistral, analizó los cambios políticos del tardofranquismo, la aparición del movimiento de lucha vecinal, los cambios profundos en la sociedad española y la claudicación de la izquierda, que dieron lugar a la ruptura pactada y el proceso de la reforma política que consolidó al régimen monárquico, como solución de continuidad al régimen dictatorial franquista, la próxima conferencia tendrá lugar el lunes, día 31 de marzo, en el mismo lugar y a la misma hora que las anteriores y será impartida por Floren Dimas Balsalobre, investigador y memorialista.

Floren Dimas emprendió, en 1972, su investigación sobre la dictadura franquista, a raíz de saber por su madre que su abuelo Ginés no había fallecido, como siempre pensó, de tuberculosis, sino que fue fusilado por ser maestro republicano, afiliado a Izquierda Republicana y miembro del Frente Popular. 

En 1995 fue cofundador de la primera organización por la recuperación de la Memoria Histórica en España, la "Asociación de Amigos de los Caídos por la Libertad (1939 - 1945)" que surgió por iniciativa de un grupo de familiares de los republicanos de la Región de Murcia fusilados tras la guerra civil.
Desde ese año ha trabajado en un proyecto de recuperación de la Memoria Histórica que abarca, desde el 14 de abril de 1931 hasta la primavera de 1945, etapa que abarca el advenimiento de la II República, la guerra y el primer franquismo.
Su labor investigadora se traduce en los cientos de miles de documentos para cuya consulta ha tenido que vencer muchas dificultades impuestas por la administración judicial militar.
En esta ocasión, Floren Dimas disertará sobre el tema "La Memoria Histórica como referente para el rearme democrático de la sociedad"

Día: Lunes, 31 de marzo de 2014
Hora: 19,00 horas
Lugar: Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la UMU


miércoles, 12 de marzo de 2014

CONTINÚAN LAS JORNADAS SOBRE MEMORIA HISTÓRICA

El pasado lunes, 10 de marzo, el historiador Antonio Martínez Ovejero impartió la segunda conferencia de las Jornadas sobre Memoria Histórica que se vienen celebrando en la UMU, "La represión franquista en la región de Murcia", con gran afluencia de público, dominado por un gran interés, que se tradujo en las intervenciones en el momento del coloquio.
el ponente destacó las diferentes formas de represión sufrida por los ciudadanos y ciudadanas de la región, en un análisis exhaustivo de este vergonzoso período de nuestra historia reciente, historia oculta y silenciada que, desde hace muy poco tiempo va siendo desvelada gracias a la callada labor de investigadores y el trabajo de recuperación de las diferentes asociaciones memorialistas.

La próxima conferencia de este ciclo correrá a cargo del profesor Pedro Mª Egea Bruno,  Catedrático de Historia Contemporánea y de América en la Universidad de Murcia y miembro de diferentes asociaciones y entidades científicas,  Académico Correspondiente por Murcia de la Real Academia de la Historia ha volcado su labor investigadora en más de un centenar de artículos y más de una cincuentena de libros, entre los que destacan:
El distrito minero de Cartagena en torno a la Primera Guerra Mundial (1909‑1923); La represión franquista en Cartagena (1939-1945); La política y los políticos en la Cartagena de Alfonso XIII (1902‑1923); Apuntes para la historia del movimiento obrero en la industria naval de Cartagena (1898‑1923); Cartagena. Imagen y memoria, una historia gráfica en cuatro tomos, y La enseñanza primaria en Cartagena durante la II República y la Guerra Civil (1931-1939).  En la actualidad su obra se centra en II República, Guerra Civil y etapa franquista, avanzando en estudios sobre la economía, la política, la ideología, la cultura, la vida cotidiana, las emigraciones y la mujer.
Director de estas Jornadas sobre Memoria Histórica, impartirá la conferencia del próximo lunes, 17 de marzo, titulada "La Transición: De la Dictadura a la Monarquía", que tendrá lugar a las 7 de la tarde en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho.




viernes, 7 de marzo de 2014

JORNADAS SOBRE MEMORIA HISTÓRICA EN MURCIA



Han comenzado en Murcia las  primeras Jornadas sobre Memoria Histórica, organizadas
por la Delegación de Alumnos de la Facultad de Letras, la Asociación de Historiadores de Murcia San Isidoro de Sevilla, el Departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América de la Universidad de Murcia, la Asociación Memoria Histórica de Cartagena, STERM-Intersindical y la Asociación Archivo, Guerra y Exilio, siendo Director del curso el Catedrático de Historia Moderna, Contemporánea y de América Pedro Mª Egea Bruno.

La primera conferencia, que tuvo lugar el martes, 4 de marzo, a cargo del profesor emérito Antonio Viñao Frago, y que versó sobre La Educación durante la II República, contó con una asistencia masiva, como puede comprobarse en las fotografías del acto.
Con la gran capacidad didáctica que le caracteriza, don Antonio Viñao mantuvo hasta el final la atención del público en una exquisita disertación acerca de las características del Sistema Educativo en la II República, partiendo del análisis  de las experiencias pedagógicas progresistas anteriores que, desde finales del siglo XIX y principios del XX fueron abonando el hasta entonces árido panorama de la enseñanza en nuestro país, experiencias en las que se basó el régimen republicano para conferir las bases de una nueva educación en España, niveladora de desigualdades, una educación basada en unos parámetros diferentes,que dibujaron a partir del 1931 un panorama diferente, basado en un gobierno que se dio a sí mismo el nombre de República de los Maestros, nombre que puso de manifiesto la relevancia que el nuevo gobierno dio a un sistema de enseñanza de altura que, hasta la fecha, no se ha podido llegar de nuevo a alcanzar. 


El próximo acto de este ciclo tendrá lugar el lunes, día 10 de marzo, a las 19,00 horas, en el salón de grados de la Facultad de Derecho.

"La represión franquista en la región de Murcia" es el tema de la conferencia que impartirá Antonio Martínez Ovejero, en su juventud militante de la JOC y de la USO, de la que fue secretario de Organización en la Comisión Ejecutiva y desde la que trabajó activamente en la unidad desl sindicalismo socialista USO-UGT. Ingresó posteriormente en erl PSOE, siendo elegido senador por Murcia y concejal en el Ayuntamiento de Cartagena npor este partido, y formando parte de la administración socialista en distintas responsabilidades de los gobiernos de Felipe González.
Ingeniero Técnico Industrial por la Universidad Politécnica de Cartagena y licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid, trabaja en la recuperación de la Memoria Histórica y en la historia del PSOE en la región de Murcia.

Lunes, 10 de marzo, 19,00 horas
Salón de grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia

sábado, 1 de marzo de 2014

LA EDUCACIÓN DURANTE LA II REPÚBLICA


Con esta conferencia comienzan las Jornadas Sobre Memoria Histórica que se extienden desde el martes, 4 de marzo, al miércoles, 2 de abril, y que tendrán lugar en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia.
El catedrático de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Murcia, Antonio Viñao Frago, es Doctor en Derecho y ha sido Decano de las Facultades de Filosofía, Psicología y Pedagogía y Director del Departamento de Teoría e Historia de la Educación de dicha universidad, así como miembro del Comité Ejecutivo de la Intarnational Standing Conference for the Histoy of Education (ISCHE) y Presidente de la Sociedad Española de Historia de la Educación.
Este estudioso de la relación entre las culturas escolares y las reformas educativas, apasionado defensor de la Enseñanza Pública, y notable erudito e investigador de la Historia de la Educación, impartirá su charla sobre el más notable de los sistemas educativos en la historia de nuestro país: el que se implantó durante el breve período de tiempo de la II República Española.
El sistema educativo republicano supuso una valiente apuesta por la alfabetización con carácter universal, por la total escolarización gratuita y por la educación de calidad.
De todo esto nos hablará el próximo martes, y en torno a ello podremos dialogar al final de la conferencia.
Esperamos vuestra asistencia.

MARTES, 4 DE MARZO
19,00 HORAS
SALÓN DE GRADOS DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UMU