domingo, 27 de noviembre de 2016

ESPOSAS

La guerra civil se encontraba próxima a su fin.
Sus hombres de encontraban en el frente de Madrid, la ciudad resistente al fascismo que ya daba sus últimas boqueadas, y esas valientes mujeres se encaminaron a reunirse con ellos, a verles, quizás por última vez.
Desde Yecla hasta Madrid el camino era largo, duro, difícil... pero armadas de coraje, con la fuerza que da el amor, allí se encaminaron.
Cuando el capitán las vio llegar, admirado por el gran valor de esas mujeres, les dio a sus maridos permiso para pasar una noche con ellas - quizás una última noche - y en los túneles del metro, mientras las bombas caían sobre la ciudad cercada, se refugiaron las parejas en un último acto de amor desesperado.

Ramón, hijo de una de esas bravas mujeres, es hoy un poeta y cantor, la VOZ DEL ALTIPLANO, conocido en su pueblo por "Ramón el de la gubia".
Este poeta ha escrito una canción inspirada en esas mujeres que en esas turbulentas jornadas del 39 marcharon al encuentro de sus maridos, defensores de la República.

Esa canción fue incluida en el repertorio del concierto "Canciones de exilio y libertad", del 11 de noviembre, una de las actividades del pasado mes organizadas por la Asociación Memoria Histórica de Cartagena, y aquí os reproduzco su letra.



" ESPOSAS " (Ramón Palao)

Partieron en un tren de madrugada
sus hombres esperaban,
cuando en la piel de España, ensangrentada,
dos bandos se enfrentaban.

Llevaban en sus manos campesinas
la caricia de la tierra y el perfume de una flor,
esposas que buscando una trinchera
dejaban la vida entera para encontrar a su amor.

Olvida esta noche las banderas y ámame
mañana al despertar la madrugada
tú y yo no seremos nada, quédate.

Amor contra la pólvora asesina
que muerde las esquinas del dolor.

Algunas trajeron en sus manos
una rosa de amor republicano
pero otras no tuvieron tanta suerte
y volvieron con el beso de la muerte.

Esposas que buscando una trinchera
dejaban la vida entera para encontrar a su amor.
Amor contra la pólvora asesina
que muerde en las esquinas del dolor.

Partieron en un tren de madrugada
sus hombres esperaban…