7
de febrero de 1937: La Ciudad de Málaga estaba siendo ocupada por el ejército
nacionalista del General Queipo de Llano. La población civil huye, temerosa de las
legiones de italianos y alemanes y de los moros del tercio extranjero. Ciento
treinta mil ancianos, mujeres y niños, dirigiéndose hacia Almería, todavía en
manos republicanas, en busca de refugio, un refugio que se encuentra a más de
doscientos kilómetros de distancia.
Manola Morales |
Cerca
de la carretera por la que huyen, se encuentra la vivienda de la familia de la
niña Manola Morales, una pequeña casita en un barrio de pescadores, desde la
que se oía el tremendo sonido de las explosiones que los cañones de los barcos
dirigen contra los fugitivos. Los navíos estaban muy cerca de la orilla. Había
gente que señalaba con pintura muy visible la zona a la que tenían que apuntar
desde los buques. “Una auténtica carnicería – recuerda Manola – una auténtica
carnicería…”
Francisco
Bastarreche comanda a los buques Canarias, Baleares y Almirante Cervera en el
ataque a la población civil en el crimen de la carretera de Málaga a Almería,
secundado por tropas nazis y fascistas italianas.
15.000
ancianos, mujeres y niños cayeron bajo los cañones de Bastarreche.
Marzo
de 2014: El busto del asesino Bastarreche continúa mostrándose en una plaza que
ostenta su nombre en la “muy noble, muy leal y siempre heroica Ciudad de
Cartagena”
Sobre los actos organizados en 2013 en recuerdo de esta masacre trata el Documental "Pantalones a la luna", que será emitido a continuación de la conferencia de José Luis Cabello Lara y Luis Gabriel Naranjo Cordobés acerca del deber público de la Memoria, y que la Asociación Memoria Histórica de Cartagena nos ofrecerá el 28 de marzo, a las 7 de la tarde, en el Salón de actos de la UNED.
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