jueves, 26 de junio de 2014

EL HEROICO BRIGADISTA Y EL PREPOTENTE ESCRITOR


La frase de José Eduardo Almudéver  "Me cago en Pérez Reverte: ¡Vivan las brigadas internacionales!", que aparece como título de una entrada en el blog del escritor y crítico literario Rafael Narbona, que podéis leer en el siguiente enlace:    
http://rafaelnarbona.es/?page_id=8292
la he encontrado tras la dirección citada, que aparece compartida en varias páginas de Facebook, muchas pertenecientes a cartageneros/as que conocieron hace años al escritor y académico pedante y machista al que su éxito le ha ido convirtiendo, del pitagorín que era de adolescente en un maleducado irrespetuoso, destilador de odio junto a sus malas maneras y que ha terminado en reaccionario emboscado tras un verbo fácil y sin calidad.
Por el contrario, la lectura de la entrevista al antiguo brigadista nos da a todos una lección de buen hacer y supone un ejemplo, una lección acerca de lo que es la solidaridad.
         

jueves, 19 de junio de 2014

¿EL PUEBLO ES MONÁRQUICO?


Tras la muerte de la monarquía absolutista de Fernando VII nació la de Isabel II, monarquía parlamentaria.
Después de la desaparición de ésta, surgió la monarquía democrática de Amadeo I, a cuyo
 fin, ante el vacío de poder, se instauró la Primera República como fruto de una decisión política institucional.
En ninguna de las desapariciones de estos regímenes tomó parte la mayoría del pueblo español, pues aparte de la burguesía progresista y culta, que era una minoría, y de un
 proletariado urbano que comenzaba a aparecer lentamente en el horizonte ¿quién tenía conciencia de lo que era el régimen que se había ido sucediendo en el poder en cada ocasión? El pueblo era monárquico, siempre lo había sido, pero ¿por qué?: porque era lo único que sabía ser. Este es el motivo de que cuando, tras ser herida de muerte por la acción del general Pavía y rematada por el pronunciamiento del general Martínez Campos, se da fin a la primera experiencia republicana española, reaparece en el horizonte el antiguo régimen, merced a la restauración en la persona de Alfonso XII de Borbón, el pueblo, el sufrido pueblo español,siempre humillado y sojuzgado,siempre manipulado
 e instrumentalizado, clama en favor de la monarquía, recibe esperanzado y exultante al nuevo rey del mismo modo en que lo hizo ante la restauración anterior en la persona del abuelo de éste, el rey felón.
Cuando en 1931, ante un nuevo vacío de poder, provocado por la huida de Alfonso XIII, se instaura la II República, el intento más serio, después del del rey José I Bonaparte, de modernizar la vida española, nace herida de muerte por las condiciones atípicas en que se instauró, como producto del resultado de unas elecciones municipales, pero el pueblo había dejado de ser monárquico, y por ello la acogió con entusiasmo.

Tras el golpe de Estado que dio al traste con las esperanzas de las clases populares, los españoles y españolas padecieron durante 40 años una dictadura que los inculturizó para siempre, pues la mayoría de edad intelectual del pueblo español no se produjo con la nueva restauración borbónica. Tras los 75 años transcurridos durante el régimen dictatorial y la monarquía parlamentaria, la prioridad de los distintos gobiernos no ha sido la de dotar 
a la población de los instrumentos necesarios para crecer progresivamente en su nivel de instrucción, no ha sido la de procurar un sistema educativo que garantice el crecimiento intelectual de las personas, y que con él surja la igualdad de oportunidades, el crecimiento y modernización del país, sino que, por el contrario, igual que en la Roma clásica se ocultaban los problemas sociales proporcionando al vulgo pan et circenses, en la España contemporánea se trata de ocultar proporcionando fútbol y tele sin pan.

Por eso permanecen hoy tantas conciencias aletargadas ante las pantallas que transmiten los actos de entronización de Felipe VI y acuden tantas a las calles de Madrid con banderas rojigualdas, mientras que quienes defendemos los valores representados por la bandera tricolor permanecemos marginados, semiocultos y censurados. Porque el pueblo español es hoy monárquico como ayer lo fue franquista, no por convencimiento intelectual de lo que esto representa, sino porque su falta de formación le ha impedido conocer lo que sería definirse como algo difeente. El pueblo que se define como monárquico lo es porque no sabe ser otra cosa. 

jueves, 5 de junio de 2014

DELENDA EST MONARCHIA


Interesantísimo el programa "Espacio abierto" emitido por TV Murciana en la noche del 5 de junio que reunió a los profesores de Historia Contemporánea de la Universidad de Murcia Alejandro García García y Pedro Mª Egea Bruno y al periodista José Luis Vidal Coy en torno a la mesa de discusión sobre el tema "Después de la abdicación"
Alejndro García García
En un distendido y documentado intercambio de opiniones se comenzó por hablar de la legitimidad de la monarquía, un régimen que se transmite por vía vaginal en un proceso en que se pasa de Franco a Juan Carlos y de Juan Carlos a Felipe, siempre sin pasar por las urnas.

Pedro Mª Egea Bruno
La constitución de 1978, a la que se apela como legitimadora del orden monárquico se proclamó en medio de unas condiciones en las que resultaba imposible votar en libertad y se hacía creer que había que optar por esa constitución o el caos.

Posteriormente, en medio de unas condiciones de enorme inestabilidad, la única manera de disciplinar a la población
era a través del miedo, y desde esa perspectiva tenemos que interpretar la importancia que para ello tuvo el 23 F.
José Luis Vidal Coy
Si en los momentos actuales se manifiesta la crisis de la monarquía, no es sólo esta institución la que se encuentra en esta situación, sino que todo, absolutamente todo, está en crisis. Así, el lema "No nos representan" es real, y la crisis de la monarquía no es más que la punta del iceberg de una crisis sistémica; si el sistema no nos sirve, tampoco nos sirve la monarquía ni la carta magna que lo rige.

¿Por qué la monarquía elige este momento para cambiar su cabeza visible?: Porque ahora todavía se dispone de una mayoría parlamentaria dócil. Se han elegido de manera inteligente los tiempos, nada es inocente, todo está calculado; por eso todo lo han hecho tras las europeas.

Se avecina un calendario electoral muy complejo, incrementado por la discusión de los próximos presupuestos del estado; y después de las elecciones autonómicas, vendrán las generales. además, el traspaso de poderes había que hacerlo con PSOE todavía controlado por Rubalcaba y manteniendo el control sobre los medios de comunicación. De ahí que el mes de junio haya supuesto la fecha más apropiada, fecha acordada por los poderes implicados.

En la pervivencia del régimen monárquico colaboran el bipartidismo y los grandes medios de comunicación, detrás de los que se encuentra el gran capital. Se plantea ahora el cambio, cuando se intuye el principio de los procesos transformativos de la sociedad.

"Delenda est monarchia", como en 1930 dijo Ortega y Gasset, y del mismo modo que ocurrió con el reinado de Alfonso XIII, el cambio de régimen pasa por las urnas, por la elección de unas cortes constituyentes.
Un referendum, por si, no garantiza el cambio; por el contrario, sin pasar por el necesario proceso de discusión, sería  perdido por los partidarios de la opción republicana, pero hay que plantearlo. Hay que plantear esta consulta que nos podría aclarar las necesidades reales de la gente, pero el referendum se debe plantear como el acto final de un largo proceso de debate público y social para que la ciudadanía interrprete los argumentos de estos debates y crezcan como seres conscientes y responsables.
Para ganar el referendum es preciso llegar a un pacto que coordine las fuerzas antidinásticas.
El planteamiento real no es realizar el referendum, sino trabajar por éste  pactando con el bipartidismo sus condiciones, y estos procesos tardan años en concretarse y esto pasa por la marginación del PSOE por parte de la izquierda.
¿Cómo se iniciaría el proceso? ¿Podrían los movimientos sociales surgidos a partir del 15 M y los partidos políticos aparecidos a partir del lunes, constituir el germen?
Quienes consideran un peligro el movimiento asambleario se preguntan qué pasó con el "No a la Guerra", que pasó con el 15 M y qué pasará con el movimiento recién surgido.
Los procesos transformativos adquieren vida propia y quizás años después se dirá que el inicio de la nueva transición estuvo en el 15 M. El sistema participativo en la toma de decisiones está bastante claro y se está poniendo en práctica; el 15 M supuso una cocina de aprendizaje, no de jun movimiento antisistema, sino antirégimen, de un régimen que nació al amparo de una dictadura de la que supuso la herencia. 

El pacto fundacional de la monarquía es la Ley de Amnistía. Pues bien, el advenimiento de una república supondría denunciar dicha ley de amnistía y poder procesar el franquismo. La monarquía huele a rancio y a desigualdad, en contra de ello se posicionan los nuevos movimientos sociales, movimientos que preconizan la igualdad. Pues bien, la IGUALDAD DE LOS CIUDADANOS FRENTE A LA LEY y el cumplimiento de los DERECHOS DE LOS CIUDADANOS, sería una república.


  

lunes, 2 de junio de 2014

NECESIDAD DE UN FRENTE POR LA REPÚBLICA



2 de junio de 2014, una fecha histórica que pasará a formar parte de la lista de efemérides de nuestro país: Juan Carlos de Borbón ha abdicado.
En uno de los momentos más críticos para el sistema de gobierno, tras unas elecciones que suponen un mazazo para el bipartidismo, la alianza entre monarquía, PP y PSOE decide protegerse con el teatral acto de la abdicación, lo que supone la entronización de un nuevo rey, que supondrá el espaldarazo definitivo al régimen monárquico.


Los partidos de izquierda se han pronunciado claramente, con la convocatoria de las concentraciones de esta tarde, a que hable el pueblo, a que sean los ciudadanos y ciudadanas quienes decidan, en un referéndum, si quieren o no la continuidad de la monarquía, referéndum que se puede inclinar tanto a favor de la monarquía como de la república, todo depende de la manera en que se organice.
Sólo se registrará una mayoría republicana si antes se ha trabajado.

Y para ello es necesaria la unidad, la conjunción de fuerzas, el libre acceso a los medios de comunicación para poder defender públicamente la opción, y la neutralidad de quienes detentan actualmente el poder.
No nos engañemos, con un Partido Socialista que hace causa común con la derecha en su apoyo a la monarquía que el dictador en su día propició como continuadora del régimen, los dos partidos mayoritarios bloquearán cualquier intento de que este referéndum se celebre.
¿Qué queda por hacer?: Acudir a las próximas elecciones en una alianza de la auténtica izquierda que se comprometa a comenzar un proceso constituyente, conseguir unos resultados favorables mayoritariamente a una conjunción electoral republicana y de izquierdas, que deje en clara minoría al actual bipartidismo sobre el que la monarquía se asienta y en cuya mayoría parlamentaria se escuda como coartada para su continuidad.
Digamos no al sistema monárquico amparándonos, no en los hipotéticos resultados de un referéndum sin garantías de imparcialidad que nos arriesgamos a perder, dando con ello legitimidad al régimen heredado del franquismo, sino en el apoyo del respaldo que los resultados en las urnas nos pueda conferir en unas futuras elecciones autonómicas y legislativas.