Para consultar las causas seguidas en Cartagena contra los republicanos a partir de 1939, es necesario dirigirse al Archivo Histórico de la Armada, pero el acceso a éste no resulta nada fácil. En mi caso concreto, fue necesaria una espera de más de ocho meses para obtener el permiso para la consulta, permiso que tuve que solicitar al Juzgado Togado de lo Militar nº 14, de Cartagena, que a su vez lo trasladó al nº 1, en Madrid, que estuvo durante todo ese tiempo dándome largas cada vez que telefoneaba para preguntar el por qué de tan gran retraso en ser autorizada, mientras que otros investigadores habían obtenido el permiso en un espacio de tiempo bastante más breve, dos o tres meses como máximo.
Extraño procedimiento el que tuve que seguir para poder consultar unos documentos que, según la legislación vigente, deben ser de dominio público, pues han pasado, en exceso, los cincuenta años desde su redacción.
Por el contrario, para investigar en el Archivo de la Guerra Civil, en Salamanca, me bastó con presentarme allí, portando mi D. N. I. para acceder a cuantos documentos precisé consultar.
Si bien es cierto que a partir de julio de 2009 se agilizó el procedimiento, al delegar el Juzgado Central en los correspondientes a cada región militar, el trámite para la autorización, también lo es que el mero hecho de tener que presentar la solicitud ante el juzgado debe frenar a muchas de las personas que quisieran conocer las causas que se siguieron contra sus familiares, y que ya se habrían dirigido a consultarlas, a buen seguro, de estar este archivo abierto al público, tal y como debería ser.
Además, a pesar de que los trámites se han agilizado, incluso aquellas y aquellos investigadores que en su día obtuvimos el permiso, nos encontramos con el inconveniente de que éste no es válido más que para tres meses, con lo que anualmente tenemos que realizar por cuatro veces la solicitud de prórroga al que en su día nos fue concedido.
¿Cabe mayor contradicción que la de tener que solicitar autorización de un juez o una jueza para poder consultar unos documentos que legalmente son de dominio público?
Pues bien, para dificultar todavía más las cosas, hay que destacar que el archivo que nos ocupa está ubicado en un edificio dentro de los terrenos del Arsenal Militar, por lo que, una vez obtenido el permiso, hay que realizar nuevos trámites para obtener un carné que nos autorice la entrada al recinto, y un pase para el vehículo que nos permita transitar por el interior del arsenal, ya que los archivos se encuentran en la zona más alejada de la puerta de entrada, puerta en la que hay que pasar cada vez por un control que nos exige la identificación.
Duro camino éste de la investigación, que nos hace recordar la antigua afirmación de que “escribir en Madrid es llorar” para transformarla en otra que nos toca más de cerca: “Investigar en Cartagena es llorar”
Es necesario exigir el traslado del Archivo Histórico del Instituto de Historia y Cultura Naval de Cartagena a un lugar situado fuera de las instalaciones de carácter militar; y es también necesario exigir que el acceso a él sea libre para todo el público en general, para que, por fin, investigar en Cartagena no sea desesperarse, para que investigar en Cartagena no sea llorar.
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