sábado, 15 de diciembre de 2012

LOS SÍMBOLOS FRANQUISTAS SÓLO LOS DEFIENDEN LOS FRANQUISTAS

Un grupo de personas convocadas por la Asociación Memoria Histórica de Cartagena, concentradas junto a una pancarta en que se pide la desaparición de los nombres y símbolos franquistas de las calles del municipio de Cartagena; algunas de ellas reparten a los transeuntes una cuartilla en la que se explica brevemente quienes fueron, en realidad, las personas cuyos nombres de ensalzan en los rótulos de las placas de las calles.





Hay quien se niega a tomar el papel, quien lo tira sin llegar a leerlo, quien pasa mirando con cara de reprobación a los manifestantes... hay, por el contrario, quien lee la información atentamente, quien pregunta por qué nos manifestamos, quien se une a nosotros para escuchar la lectura del manifiesto...


 - Pero bueno, ¿por qué queréis quitar esos nombres, que están ahí tanto tiempo? - pregunta una señora.
- Porque eran unos asesinos - se les responde - ¿No sabe usted cuántas personas murieron por orden de Bastarreche?.
- Bueno, mejor no hablemos, mejor no hablemos - la mujer se lleva el dedo a los labios mientras que dice esto, se encoge de hombros, da media vuelta y continúa su camino.
    
 ¿Qué ideas estarán rondando por su cabeza? ¿por qué ese "mejor no hablemos"?
 Mientras tanto, una monja mantiene el papel en la mano, mientras esboza una extraña sonrisa. Fija su mirada en la pancarta, y después de un par de minutos, lo guarda en el bolsillo y se va.
Sigue uniéndose gente al grupo; siguen pasando otros con mirada reprobadora ¿Qué dirían si delante de su casa colocaran una placa con el nombre de Pinochet, con el de Hitler, con el de Mussolini...? 

 Pues estos nombres no son de extranjeros, son de españoles. De españoles desleales a un gobierno legítimamente constituido, que se alzaron en armas contra él, que dictaron sentencias de muerte contra quienes lo defendieron con lealtad, que dejaron tras de sí un rastro de sangre, que destruyeron un país que comenzaba a avanzar hacia el progreso, para retrasar en dos siglos su historia.

Entre dos manifestantes se procede a la lectura del manifiesto:
   
 Después de 5 años de promulgarse la Ley de la Memoria Histórica, en el año 2007, en la Ciudad y término Municipal de Cartagena subsiste aún una serie de espacios públicos, como calles, plazas…. que mantienen en sus fachadas nombres o símbolos del pasado franquista, que ensalzan la dictadura…
Según hemos contabilizado hay en nuestro término Municipal 35 calles, 2 bustos, 5 placas y 1 monumento con estas características. La retirada de dichos símbolos se ha convertido en una necesidad moral y un imperativo legal.

En estos símbolos están todavía presentes los nombres de significativos personajes del régimen, que sostuvieron ideológicamente el fascismo, o estuvieron implicados en la sublevación golpista y en los crímenes cometidos, al amparo de la dictadura, contra la población civil, que supuso una feroz represión en Cartagena.

Bustos como los del Almirante Bastarreche, que firmó en nuestra ciudad 48 penas de muerte y que, como comandante del crucero Canarias, ordenó el ametrallamiento de las personas civiles que huían de las tropas nacionales por la carretera de la costa de Málaga a Almería.

O como el del General López Pinto,  golpista que se sublevó en Cádiz. En esa ciudad y pueblos limítrofes conocen muy bien a este asesino, que también lo fue en Santander y Bilbao. El Ayuntamiento de Cartagena aduce, para no quitar su busto, su condición de cartagenero y hermano marrajo.

En Santa Ana los nombres de las calles coinciden con los de los generales Martín Alonso, Millán Astray, Orgaz, Solchaga, Valera, Saliquet, Serrano… en definitiva, todos los golpistas.

En la Aljorra, todavía existe una calle dedicada a José Antonio Primo de Rivera, y otra al falangista Francisco Bernal, amén del monumento dedicado a los caídos: El Yugo y las Flechas, símbolo que hace suyo la Falange, los nazis españoles, los camisas azules, la mano negra del régimen… aquellos que llevaron a la práctica la frase de su fundador “No hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas”.

Entre el 29 de abril de 1939 y el 13 de enero de 1945, fueron pasados por las armas en Cartagena 176 compañeros/as, cuyas edades oscilaban entre los 18 y los 82 años del compañero, Ceferino Ferrol.

En muchos casos los fusilados eran verdaderos cadáveres andantes, a los que incluso había que sentar en una silla para su ejecución, debido a las pésimas condiciones de vida y las torturas que habían sufrido en las cárceles de Cartagena.

Cientos de compañeras fueron vejadas (corte de pelo, paseo en cueros por la ciudad, aceite de ricino…) y/o violadas.

Muchos niños fueron secuestrados y entregados a otras familias.

Según los últimos estudios, realizados por las asociaciones de la Memoria Histórica, el 98% de estos hechos, fueron llevados a cabo por miembros de la Falange, cuyos símbolos fueron lo último que vieron muchos de los ejecutados.

Los símbolos franquistas son mucho más que símbolo del pasado, son también signos del presente, como viva representación de la permanencia en nuestro país de ideas trasnochadas, heredadas por organizaciones y partidos políticos presentes en el parlamento y en la vida pública española, justificadores y defensores de los símbolos de un régimen criminal. LOS SÍMBOLOS FRANQUISTAS SOLO SON DEFENDIDOS POR LOS FRANQUISTAS.

Ningún país con honor mantiene los símbolos de sus dictadores y asesinos una vez que el Tiempo y la Historia han colocado las cosas en su sitio.

Los demócratas cartageneros, independientemente de su ideología, deben comportarse como ciudadanos europeos, haciendo lo que los habitantes de los demás países han hecho, eliminar de la vía pública cualquier vestigio que honre la etapa más vergonzosa de nuestro pasado.

Por todo ello proponemos al Ayuntamiento que se inicie el procedimiento para la eliminación total de la simbología que ensalza la dictadura, aún existente en el municipio de Cartagena. Que se constituya una comisión formada por todos los grupos municipales, para que en el plazo de 2 meses se elabore una propuesta, para revocar menciones, distinciones, medallas y otros méritos así como la retirada inmediata de monumentos, placas y bustos, de las calles y plazas de nuestro municipio, y elabore una lista alternativa de los nuevos nombres.

Tenemos muy claro que no vamos a dejar de movilizarnos una y otra vez, hasta que consigamos sensibilizar a quienes pueden y deben tomar dichas decisiones.

Antes de disolvernos, doblamos la pancarta con cuidado. Esperamos que no sea necesario tener que volver muchas veces a utilizarla ¿Será atendida nuestra reivindicación? ¿Cuándo llegará el momento en que se cumpla la ley?


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