martes, 15 de mayo de 2012

CÓDIGO MASÓNICO

“Eso fue una invención de los masones y los comunistas, para reírse de la Iglesia”.
Con estas palabras se refería a los carnavales la Madre Isabel, Religiosa Claretiana, dirigiéndose a nosotras, infelices alumnas de tercero de Primaria en un gran alarde de los vastos conocimientos que poseía.

En este universo profundamente desculturizado en que nos tocó crecer, los masones eran unos maléficos engendros, pertenecientes a una sociedad secreta, y confabulados con los judíos y marxistas con el fin de destruir la civilización cristiana.
Quizás radique en esa ignorancia, en esa miopía intelectual, el ancestral temor o el rechazo con que todavía algunas personas reaccionan al oír la palabra “masónico”.

Por ello traslado hoy a estas páginas la transcripción de parte del contenido del  CÓDIGO MASÓNICO , encontrado en uno de los legajos que tuve ocasión de consultar, hace ya bastante tiempo, en el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca, en relación a una de las investigaciones que me encontraba realizando.


CÓDIGO MASÓNICO


§  Adora al Gran Arquitecto del Universo que es Dios.
§  Ama a tu prójimo como a ti mismo.
§  No hagas mal aunque esperes bien.
§  Deja hablar a los hombres.
§  El verdadero culto que se rinde al Gran Arquitecto del Universo consiste en las buenas obras y las buenas costumbres
§  Haz bien por el amor al bien mismo.
§  Ten siempre tu alma en un estado de pureza para comparecer dignamente ante el Gran Arquitecto del Universo.
§  No seas ligero en airarte: la ira reposa en el seno del necio.
§  Detesta la avaricia; porque quien ama las riquezas, ningún fruto sacará de ellas; y esto también es vanidad.
§  En la senda del honor y la justicia está la vida; mas el camino extraviado conduce a la muerte.
§  Estima a los buenos, compadece las flaquezas del prójimo, huye de los malos, pero no odies a nadie. Habla discretamente con los constituidos en dignidad por sus talentos y virtudes, sinceramente con tus amigos y cariñosamente con los pobres.
§  No lisonjees a tu hermano porque le haces traición, y teme a tu vez el ser corrompido por la lisonja. Escucha siempre la voz de tu conciencia.
§  Sé el padre de los pobres: cada suspiro que tu dureza le arranque será una maldición que caerá sobre tu cabeza.
§  Respeta al viajero nacional o extranjero; ayúdale: su persona es sagrada para ti.
§  Evita las querellas, precave los insultos y procura que la razón siempre te acompañe.
§  No abrigues el orgullo; y recuerda que no hay deshonra o degradación en ningún oficio o profesión, sino en el modo de ejercerlo.
§  Lee y aprovecha; ve e imita; reflexiona y trabaja; ocúpate siempre en el bien de tus hermanos y trabajarás para ti mismo.
§  Sé entre los profanos libre sin licencia, grande sin orgullo, humilde sin bajeza; y entre los hermanos firme sin ser tenaz, severo sin ser inflexible y sumiso sin ser servil.
§  Justo y valeroso defenderás al oprimido; protegerás a la inocencia, sin reparar para nada en los servicios que prestares.
§  Exacto apreciador de los hombres y de las cosas, no atenderás más que el mérito personal, sean cuales fueren el rango, el estado y la fortuna.



Si hasta aquí los preceptos de este Código Masónico nos sorprenden al compararlos con la idea que se suele tener, generalizadamente, de lo que es la Masonería y de las actividades de los masones, más chocante resulta la lectura de los principios y mandatos que siguen a continuación, en relación al tema de la paternidad:

§  Si el Gran Arquitecto del Universo te diere un hijo, tribútale los beneficios de la instrucción, la práctica de todas las virtudes, y muéstrate siempre con él tierno y bondadoso.
§  Haz que te tema hasta los diez años, que te ame hasta los veinte y te respete hasta la muerte.
§  Enséñale, como su mejor maestro, hasta los diez años; estímale, como un buen padre, hasta los veinte, y muéstrate su amigo hasta la muerte.
§  Procura inspirarle buenos principios con preferencia a bellos modales, a fin de que te deba una probidad ilustrada, y no una frívola elegancia.
§  Hazle honrado aunque no sea muy científico.




Y finalmente, termino copiando la parte final de este código, en que se reflejan los principios fundamentales, los dogmas, misterios y culto de la Masonería:

§  Parte con el hambriento tu pan, y a los pobres y peregrinos, mételos en tu casa.
§  Cuando veas al desnudo cúbrelo, y no desprecies tu carne en la suya.
§  No abuses de la debilidad de las mujeres, y muere antes que deshonrarlas.
§  El corazón de los sabios está donde se practica la virtud, y el corazón de los necios donde se festeja la vanidad.
§  Muestra siempre constancia en tus propósitos por el bien.
§  Ama la justicia, desprecia la iniquidad, y no juzgues para no ser juzgado.
§  No olvides que la Masonería tiene su origen desde el primer día en que hubo desgraciados; es decir, desde el principio del mundo.
§  Su culto es Dios, la Ciencia y la Virtud.
§  Sus dogmas, la Prudencia y el Valor.
§  Sus misterios, la Luz y la Razón.
§  Sus preceptos, la caridad por la Humanidad y para la Humanidad.
§  Sus ministros, los hombres virtuosos.
§  Y sus recompensas, la propia estimación y el amor de todos los hermanos.






3 comentarios:

  1. Pepita ¡no sabes cuánto me ha emocionado leer los principios y preceptos del Código Masónico! porque en ellos veo reflejada la conducta de mi abuelo, y porque también son los principios que rigen mi vida. Gracias.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. No tengo tu dirección de correo electrónico. Haz el favor de mandar un correo a la Asociación Memoria Histórica de Cartagena, a la dirección memoriahistoricacartagena1@hotmail.com para que ellos me lo reenvíen a mi dirección particular, y te mandaré un correo muy extenso sobre el tema, explicándote el tema de la documentación al respecto.
      PEPA

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